
Un gallo paseaba por la Ave. Principal de la ciudad donde radicaba, era un Domingo soleado y el decidió salir a pasear en sus patines, se frustraba mucho ya que todos los patines que podía conseguir le quedaban muy grandes, ninguno le ajustaba a los tobillos y siempre se caía, ésto no le importaba ya que aprendió desde que pollo era, que debía levantarse, lo que más le molestaba era quedar sucio porque él esperaba con ansia el día que alguien lo hiciera caldo.
Los sueños de algunos son las pesadillas de otros...
jaja que pollo tan chido...
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